20 abril 2014

El Punto G también en los hombres

Así como las mujeres tienen su placentero Punto G, los hombres contamos con una zona erógena que puede llenarnos de placer extremo: el Punto G masculino, o Punto P.

¿Qué es el punto G masculino?
El punto G masculino, también llamado punto P, no es más que la próstata. La próstata es un órgano glandular, del tamaño similar al de una nuez, cuya función es producir y segregar un líquido con el cual salen los espermatozoides.

Habrás escuchado muchas veces que cuando el proctólogo realiza un examen rectal y palpa la próstata con el dedo, se producen eyaculaciones espontáneas. Este hecho -a veces no contado- es absolutamente normal. Es un acto médico, pero es una estimulación directa del punto G masculino.



¿Dónde se encuentra el punto G masculino?
Ubicación del punto G masculino
El punto G de los hombres se encuentra en el interior del recto, a unos 5 cm. del ano y en la pared que da hacia el frente, hacia la vejiga.

No todos los hombres se muestran dispuestos a probar la estimulación del punto G masculino en forma interna, pero hay una manera de estimularlo externamente: presionando suavemente o masajeando la zona del perineo, que es la zona que va desde los testículos hasta el ano.

Existen aquí también gran cantidad de terminaciones nerviosas que hacen a esta zona absolutamente sensible y muy erógena.

Externamente, estimúlalo presionando la zona del perineo

La estimulación del punto G en los hombres produce una mayor excitación, orgasmos más intensos y una eyaculación más potente.

¿Cómo estimular el punto G masculino?
El primer paso es lograr sentirte cómodo. Darte una ducha previamente puede ayudar a relajar el proceso, por lo que será bueno que comiences con un buen baño caliente.

Una vez que estés listo para la estimulación, hay una gran cantidad de métodos diferentes a los que puedes recurrir, aunque si eres un novato, lo mejor será mantenerlo simple: un dedo será suficiente para los principiantes.

En cualquier caso, será necesario que tengas la mano lubricada en forma abundante. La saliva puede servir, pero se seca muy rápido. Utiliza un lubricante diseñado especialmente para los jugueteos anales, será más placentero.

Requerirás experimentar un poco para descubrir qué te gusta más en términos de estimulación.

Lo ideal es colocarte acostado boca arriba con las piernas levantadas, introducir lentamente tu dedo y localizar la próstata.

Ahora que has llegado al momento de la estimulación, ten en cuenta que las técnicas son numerosas. Algunos hombres disfrutan de embestidas suaves, otros prefieren realizar una presión intensa y constante sobre la próstata. Tal vez quieras combinar ambas técnicas o buscar algo completamente distinto. Intenta estimular tu pene mientras haces lo propio con la próstata. La clave es darle a tu cuerpo la posibilidad de reaccionar y responder; tómate tu tiempo, el orgasmo resultante bien lo valdrá.

Gozar del punto G no es un privilegio exclusivo para las mujeres, tú también puedes hacerlo. Si bien no es de esperar que todos se sientan cómodos de inmediato con este tipo de exploración, es preciso dejar claro que se trata de una práctica aceptable. Si no estás listo para este tipo de juego, es absolutamente comprensible y no es preciso que hagas algo que no deseas hacer.

Sin embargo, si tienes la mente abierta en cuanto a las posibilidades de la estimulación del punto G masculino, definitivamente vale la pena intentarlo.

El punto G masculino es una glándula capaz de proporcionar orgasmos que te harán perder la noción del mundo, del tiempo; y todos tenemos derecho de experimentar esa clase de placer.

¡Comienza a trabajar en busca del mayor orgasmo de tu vida!

Con información de Caelum Gay.

 

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