16 abril 2014

Conociendo a @Rodolfo_RA77

Nació un 15 de agosto en Caracas, "la Caracas de antes", como él mismo nos dice. Ingeniero Civil de profesión, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, futbolista por pasión. Rodolfo A. Riquelme es un hombre que ha sabido ganarse el afecto de sus seguidores en twitter (más de 11.500, al momento de redactar esta entrevista), no solo por su cruda sinceridad y su sagacidad a la hora de tuitear, sino también por el respeto y madurez que siempre le han caracterizado.

Es padre, "esposo", amigo... Muy familiar y protector de aquellos a quienes ama. En GAYVIR lo desnudamos (más que en cuerpo, en alma) y te mostramos todo lo que nos dijo y que seguramente no sabes de él. Esta vez, estamos conociendo a @Rodolfo_RA77.


GV: Tenemos entendido que eres bisexual. ¿A qué edad te diste cuenta de que te gustaban los hombres?
En cuanto al álgido tema de la bisexualidad, yo particularmente, dejé de endilgarme esa etiqueta desde hace tiempo, ni la de homosexual, ni la de heterosexual, por ser poco prácticas, y principalmente, por pesar mucho, es mucho sobre tus hombros, un peso que te puedes sacudir. Verás, yo me casé y me divorcié tres veces, y siempre me habían gustado los hombres; al igual que me gustaban -y gustan aún- las mujeres. Por supuesto, a mi mente vino el típico cuestionamiento sin base de que no te pueden gustar dos cosas a la vez, que hay que definirse, entre otras cosas; pero comprobé, en mi caso particular, que sí puede haber ambigüedad. Así que el andar, el patear varias veces la misma piedra y sobretodo, el sentirme bien conmigo cuando estaba con un género o con el otro, hizo que me olvidara de etiquetas y me dedicara a vivir como un hombre normal, que sigue y hace lo que cree que necesita y quiere.

GV: Sabemos también que tienes pareja. ¿Cuánto tiempo tienen juntos? ¿Cómo es la convivencia con otro hombre?
Sí, tengo una pareja sensacional desde hace dos años, cumplidos en febrero. En cuanto a la convivencia, creo que es algo difícil con un hombre o con una mujer, el convivir es un reto sumamente fuerte; sobretodo cuando hay temperamentos tan fuertes como el de los dos, y suelen chocar. Es ahí cuando entra el verdadero trabajo de pareja, el ceder, el negociar ciertas cosas, el obviar otras... porque a veces uno tiene que comprender que el otro es humano y no un personaje de telenovela; que a veces puede amanecer cariñoso o puede estar con el apellido atravesado. Es fuerte, pero si quieres que funcione, debes intentarlo, y entender que la cosa no es rosa, en donde a la primera de cambio todo se acaba con un drama teatral.

GV: ¿Cómo es Rodolfo como novio?
Como novio, esposo o marido, o como lo quieras llamar, soy extremadamente protector, cariñoso e incluso caigo en el craso error de ser dominante, ya eso es parte de mí, no lo puedo cambiar.

GV: ¿Cuáles cualidades resalta tu pareja de ti y cuáles defectos son los que más te critica?
Las cualidades que mi pareja destaca de mí comienzan por las más básicas, como el orden en mi trabajo, casa, hijos; hasta las que más me han costado aprender y que aún no domino del todo, como la paciencia. Creo que él me reconoce el esfuerzo y cuando puede me echa una manito para que me tome las cosas con más calma. Y el defecto que más me critica a mí es mi carácter tan pesado, debo reconocerlo, y ciertas actitudes que al parecer ya no van a irse, porque vienen desde casa.

GV: La experiencia de ser un padre bisexual, ¿qué tal?
Tengo dos hijos, uno a punto de cumplir 16 años, que es mi opuesto y eso hace que lo ame tanto, a quien cuido, protejo con mi vida si es preciso y le doy herramientas para que aprenda a moverse en la vida. Y otro de 24 que es mi clon, mi otro yo, mi pana, mi compañero de batalla, mi copiloto, mi complemento.

La experiencia de ser un padre bisexual, aunque hace rato te comenté que no me definía como tal, es la misma que la de los padres heterosexuales u homosexuales. Todos queremos que los chamos se nos queden encerrados en la "burbuja", todos queremos cuidarlos como si fuesen de cristal. Pero al mismo tiempo, todos sabemos que en lugar de encerrarlos, debemos blindarlos con herramientas para que ellos se protejan a sí mismos, hay que enseñarles a discernir para que, motivados por sus criterios, tomen los caminos que ellos decidan; y que uno siempre va a estar ahí, sea para curar una rodilla raspada o para ayudarlos a pasar una decepción.

GV: ¿Saben tus hijos de tu orientación sexual? ¿Cómo lo tomaron ellos?
Ellos entienden bien la situación porque la manejan, uno desde que era adolescente y el otro desde niño; debido a esto, para ellos es muy fácil asimilar cualquiera de mis decisiones. Claro, también procuro respetarlos infinitamente cuando tomo alguna determinación, ya que a fin de cuentas, los hijos son lo único que uno tiene.

GV: Ahora coméntanos de tus hobbies, ¿qué es lo que más disfrutas hacer en tu tiempo libre?
Mi pasatiempo favorito es el fútbol, desde que tenía 11 o 12 años juego fútbol, en mi colegio San Ignacio de Loyola. El jugar fútbol me ha dado mucho, no solo salud en todos los aspectos, sino que se convierte eventualmente en mi vía de escape, en mi cable a tierra.

GV: ¿Te gustaría tener más tiempo disponible para alguna actividad especial?
Me gustaría tener más tiempo libre para mis hijos, en especial para mi hijo menor que es amante del teatro y la danza, a la par de la natación. Quiero tener más tiempo para verlo, para estar en primera fila aplaudiendo e inflado por el orgullo, para ser su fanático número uno, a tiempo completo, aunque él entiende que mi tiempo no es muy benévolo.

GV: De no ser ingeniero civil, ¿qué te hubiese gustado ser?
Yo siempre quise ser militar, ya que desde chamo era lo que se acoplaba a mi perfil, aunque en estos tiempos, el concepto que tengo de los militares del país es muy bajo, y creo que de haber estado en la institución justo ahora, sentiría vergüenza de mí mismo.

GV: ¿Qué te disgusta?
Me disgusta la mediocridad, el no tener aspiraciones, el pretender quebrar las aspiraciones ajenas, la ineptitud y la gente malagradecida.

GV: ¿A qué le tienes miedo?
A morirme y no haber hecho todo lo que quería, me iría incompleto de este mundo.

GV: ¿Tu filosofía de vida?
Mi filosofía de vida, es que toda rebeldía debe tener una causa para que perdure, yo suelo cuestionar muchas cosas, vivo enguerrillado porque muchas cosas me hacen ruido, pero trato de sustentar mis cuestionamientos. Rebeldía sin causa es berrinche adolescente.

GV: Un último mensaje para todos los lectores de GAYVIR...
Mi mensaje es que sean, que sean lo que les provoque, sin patrones ni etiquetas, que ya hay muchos obstáculos e impedimentos como para que uno mismo se coloque piedras por mera necesidad o tontería.


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